Nuestro grupo
en el páramo, detrás de nosotros el inicio del río Bogotá
Nuestra experiencia fue única en esta maravilla natural. No hay nada comparado con ese lugar. Cuando hace sol, es una combinación de frío y calor. Cuando llueve, los caminos se convierten en barrizales. Además, desde la puerta de la reserva natural al mirador al inicio del río hay ¡casi 3 kilómetros! y además una variedad increíble de incontable flora y fauna (la fauna más adentrada en el páramo, no es visible pero si audible) muy única.
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